Huelgas Públicas y Huelgas Privadas

Jorge Toyama

La huelga es un derecho de todos los trabajadores del Estado y del sector privado pero hay diferencias. Una huelga pública suele ser general, larga y afectar los servicios esenciales. Una huelga privada generalmente es corta, abarcar una empresa y no tener impacto en servicios esenciales.

Hay semejanzas y diferencias entre las huelgas privadas y públicas.

Veamos primero las semejanzas. La huelga es un mecanismo de presión de los sindicatos y trabajadores. Es una herramienta que busca paralizar las actividades de la empresa o del Estado para dañar sus operaciones, reputación y lograr sus objetivos gremiales (típicamente aumentos de sueldos pero pueden ser conseguir mejores beneficios y condiciones de trabajo, cambios de decisiones empresariales, etc.).

Las normas peruanas exigen que las huelgas sean pacíficas, fuera del centro laboral y cuando se brinden servicios públicos esenciales (salud, telecomunicaciones, electricidad, etc.) se debe garantizar los servicios mínimos a la población. Si bien la asamblea del sindicato opta por la huelga, cada trabajador decide si se pliega o no a la huelga.

Las huelgas no solamente se dan en tiempos de crisis. Más bien, en épocas de crecimiento económico los conflictos pueden ser mayores. Por ejemplo, hoy en día los sindicatos públicos y privados exigen compartir las ganancias al Estado y las empresas.

¿Cuáles son las diferencias? Las huelgas en el Estado son generales y masivas, usualmente comprenden servicios públicos y la mayoría de trabajadores comprendidos acata la huelga. Actualmente las huelgas de los sectores de salud (Essalud) y educación (Sutep) están afectando seriamente a la población. Las razones centrales son económicas: incremento de sueldos y beneficios. En el Estado las negociaciones colectivas no pueden comprender aumentos de sueldos y hay sectores donde los incrementos no se dan desde hace casi 20 años. Las huelgas suelen, por ello, presionar mucho a las entidades públicas e impactar en la opinión pública.

Los sindicatos de las entidades privadas sí pueden lograr incrementos de sueldos –hasta anuales-, tienen en el arbitraje potestativo una fórmula para evitar una huelga pero no son sectoriales y generalmente no logran impedir que se paralicen las actividades en las empresas (de hecho, los sindicatos son minoritarios y las huelgas en promedio duran no más de cinco días). En construcción civil desde hace muchos años hay acuerdos anuales que mejoran las condiciones laborales de los trabajadores y no se registran huelgas. Este es un buen ejemplo donde una negociación por rama ha sido un canal de prevención de conflictos laborales.

Al final, las huelgas son el resultado de una serie de factores: clima laboral, concesiones económicas, y los pesos específicos que tienen tanto los sindicatos como las empresas y el Estado. No son deseables pero en ocasiones necesarias para que se solucione los conflictos laborales.


Fuente: http://blogs.semanaeconomica.com/blogs/apuntes-laborales/posts/huelgas-publicas-y-huelgas-privadas

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