Los diez errores más comunes del emprendedor


Los fallos que cometen los nuevos empresarios parecen seguir una misma pauta a nivel global. Muchos de los españoles que han puesto en marcha su propia compañía suscribirían el decálogo de errores que ha diagnosticado The Wall Street Journal.
El problema parece ser, sobre todo, la dificultad de encontrar un término medio. Por ejemplo, es tan malo lanzarse sin ayuda a una aventura empresarial como pedirles consejo a demasiadas personas, ya que esto último puede llegar a enterrar una idea.

También es igual de perjudicial carecer un plan de negocio (una hoja de ruta con cuánto tiempo y dinero va a necesitar para alcanzar su meta), como pensar demasiado en la estrategia, pues esto fomenta el pánico de “no estar 100% seguros de que el plan tendrá éxito”.
La financiación también es una cuestión de equilibrio. “Muchas nuevas empresas asumen que todo lo que necesitan es suficiente dinero para alquilar espacio, comprar equipos, llenar el inventario y conseguir que los clientes entren por la puerta, pero olvidan que también necesitan capital para pagar por salarios, servicios públicos y otros gastos hasta que la empresa comience a generar ganancias”, asevera The Wall Street Journal.
El exceso tampoco es bueno, ya que “las compañías con demasiados fondos tienden a volverse grandes e hinchadas, contratando a demasiadas personas muy pronto y desperdiciando recursos valiosos en quioscos de ferias de negocios, fiestas, publicidad de imagen y otros”.
En el decálogo hay otros errores que son todo un clásico. Por ejemplo: centrarse mucho en el producto que se quiere vender y descuidar, al mismo tiempo, las preferencias reales del consumidor. “Los empresarios que emplean demasiado tiempo haciendo ajustes pueden perder clientes a manos de competidores con una organización de ventas más fuerte”, afirma el rotativo norteamericano.
Hay otros dos errores que se derivan de esta falta de atención hacia los usuarios. Uno de ellos es el de volcarse en un mercado de nicho, una “opción tentadora” pero que impide “obtener una porción más grande del pastel, aún si su empresa apenas es un pequeño participante”.
Los emprendedores, además, rara vez buscan un socio distribuidor, e ignoran que “es mucho más fácil penetrar en un mercado si ya existe una red de agentes, intermediarios, representantes de fábrica y otros revendedores listos y disponibles”.
Sea como fuere, no hay que obsesionarse con la publicidad si no se quiere incurrir en otro de los fallos. Y es que, gastar mucho dinero en marketing puede atraer a muchos compradores, pero es una estrategia que lleva a perder dinero si la empresa no puede convertir esa inversión en clientes fieles”.
Con estos mimbres, así queda el decálogo de errores que comenten los emprendedores:
1.Lanzarse solo.
2. Pedirle consejo a demasiadas personas.
3. Dedicarle demasiado tiempo al desarrollo de productos y no lo suficiente a las ventas.
4. Enfocarse en un mercado demasiado pequeño.
5. Entrar en un mercado sin un socio distribuidor.
6. Pagar de más por clientes.
7. Recaudar muy poco capital.
8. Recaudar demasiado capital.
9. No tener un plan de negocios.
10. Pensar demasiado sobre su plan de negocios.
Fuente:
Expansión.com
http://www.expansion.com/2010/09/06/empresas/minegocio/1283786494.html?a=b2274f4a64d9114faec56e04c5c28871&t=1326335662

0 Comentarios para "Los diez errores más comunes del emprendedor"

Publicar un comentario

La Tributación en el Perú se rige por los principios de reserva de la ley, el de igualdad, respeto de los derechos fundamentales de la persona y la no confiscatoriedad.
La reserva de ley consiste en señalar, que sólo por ley se pueden crear, regular, modificar y extinguir tributos; así como designar los sujetos, el hecho imponible, la base imponible, la tasa etc.
El principio de igualdad, consiste en dar el mismo trato legal y administrativo a los contribuyentes que tienen similar capacidad contributiva.
El respeto a los derechos fundamentales, es un límite al ejercicio de la potestad tributaria para que esta sea legítima.
La no confiscatoriedad, consiste en no exceder la capacidad contributiva del contribuyente, es decir que defiende el derecho de propiedad, ya que no se puede utilizar la tributación para apropiarse indirectamente de los bienes del contribuyente.
Powered by Blogger