¿Tener o no tener… un profesional multitarea?


Daniela Arce
Sin ser una capacidad directamente buscada de parte de empresas de reclutamiento y headhunters, un trabajador con estas características se va multiplicando tan pronto como proliferan jefes que no delegan del todo, organizaciones que prefieren ahorrarse la contratación de personal y trabajadores que simplemente se consideran superhéroes.
Hace más de una década que el perfil del profesional ideal es justamente este ser que puede dividir su mente en un sinfín de temas. No es poco lo que se ha dicho sobre ellos. En materia de género, se establece que son las mujeres quienes calzan mejor con este perfil en comparación con los hombres. En el aspecto generacional, son los nacidos bajo la denominación de Generación Y quienes se llevan el cetro de los más inquietos y proactivos. Pero no todo es positivo, también se les relaciona con ser trabajadores más proclives a la infelicidad y menos efectivos.
Si bien el concepto surge en 1960, relativo a la capacidad de los computadores para ejecutar más de una tarea, ha sido adoptada en el plano organizacional para identificar a los profesionales con destreza para realizar más de una tarea al mismo tiempo y la habilidad para intercambiar entre distintos trabajos, priorizando lo que es más importante o urgente.
Los beneficios tanto para las organizaciones como para los trabajadores son generalmente más positivas que negativas. Aunque, en el último tiempo se pone en duda lo saludable de la multiplicación de este perfil en las organizaciones, argumentando que puede perjudicar la salud del trabajador. “Se están realizando bastantes estudios, sobre todo desde el plano puramente psicológico, acerca del impacto que tiene esta forma actual de trabajo multitarea en nuestro comportamiento. Lo cierto es que la introducción de estas formas es muy reciente y por ello aún no se conocen los efectos que puede tener sobre nuestro cerebro”, explica Cristina Simón, directora académica del Centro de Recursos Humanos en IE Business School.
Si bien las empresas buscan por igual a profesionales monotarea y multitarea, dependiendo del grado de habilidades y conocimientos para ciertas responsabilidades, existe el temor de una futura falta de profesionales especializados y una excesiva sobrecarga de trabajo de parte de los empleadores. Y todo esto puede complicarse aún más cuando quienes se hacen cargo de estas múltiples funciones no son capaces de todo.
De todas formas, en las empresas en general este perfil de profesional resulta bastante útil, pues, al igual que cómo se le comparó en la década de los 60 con las computadoras, es capaz de llevar a cabo varias tareas, aumentando la productividad. “Se adaptan más fácilmente a los cambios, son más flexibles y pueden abarcar una mayor variedad de situaciones y roles, siempre que el conocimiento técnico se lo permita”, dice Lucas Canevaro, director de Michael Page.
Además, resultan ser, en parte, una especie de reservorios de información y funciones claves, opina Franklin Otero, socio consultor Equation Partners Head Hunters. “Este tipo de profesional le puede ahorrar a una empresa personal, porque se concentra todo en él. Y si bien la realidad puede ser relativa, según el rubro de la institución y la persona, es de cuidado que sólo un trabajador concentre ese conocimiento”.
Nuevos negocios y emprendimientos
La demanda de profesionales multitarea no es un requisito, explican los headhunters, al momento de buscar personal, sino que se va dando en el proceso habitual de trabajo en las organizaciones. “Los cargos no están especializados y para que la empresa funcione, los trabajadores tienen que hacer un poco de todo lo que surja en cada momento”, dice Simón.
Sin embargo, en los procesos de reclutamiento de ejecutivos se suele buscar, entre otras cosas, visión estratégica, pero también flexibilidad y agilidad para responder de forma dinámica a las exigencias que les imponen los entornos laborales. Esto se puede medir, dice Simón, “a través de pruebas situacionales, que va del clásico ejercicio de “in-tray” a cualquier prueba de Assesment Center, que proporcionan mucha información sobre las capacidades de multitarea de los candidatos”.
A su vez, estas evaluaciones, donde a través de situaciones laborales ficticias se intenta valorar diversas competencias, han ido incrementándose en los procesos de búsqueda de personal.
“Cuando vemos en un currículo que una persona es capaz de realizar diversas tareas al mismo tiempo, sin duda en la entrevista tendrán que demostrar que, efectivamente, tienen la capacidad de resolución ante los distintos objetivos y/o tareas”, dice Álvaro Vargas, gerente general de Trabajando.com.
Según algunos entendidos, se suele vincular las habilidades de los multitarea con ciertos rubros. “La necesidad de eficiencia y velocidad, por ejemplo, hace que las empresas se fijen en estos perfiles, sobre todo cuando se trata de momentos en los que se debe abrir nuevos mercados o poner en marcha emprendimientos.
“Aunque ya es un perfil generalizado, el cual impresiona como más rentable en el corto plazo”, dice Pablo Ruiz Lapuente, director ejecutivo en Stanton Chase International -Oficina de Montevideo.
También se pueden encontrar en otros sectores. Canevaro afirma que “existe una demanda mayor por profesionales de este tipo en áreas de apoyo como finanzas, recursos humanos, tecnologías de la información y márketing. Hay menos demanda de estos profesionales en producción e ingeniería”.
E incluso, las pequeñas y medianas empresas (pymes) pueden sacar provecho de esta clase de trabajadores.”Estas no cuentan con mucho presupuesto para contratar a distintas personas para que realicen algo específico, pero sí pueden contar con una persona que posea estas características de poder realizar diversas cosas al mismo tiempo, lo cual es tremendamente valorado por éstas”, dice Vargas.
Ni generalistas ni overload
Sin duda que por estos días la mayoría de las personas quiere ser multitarea. Lo que se demuestra con el simple ejercicio de preguntar al resto si se considera o no parte de este grupo. De seguro, más de alguno levantará la mano creyendo tener estas habilidades, o será su jefe el que alce la voz asegurando que uno o más de sus equipo se apega a este perfil. Pero no es tan simple. No cualquiera puede caer en esta categoría.
El uso frecuente de las nuevas tecnologías por estos días ha contribuido en que no pocos logren realizar varias funciones al mismo tiempo. Es así, como afirma Simón, “se impone que tengamos que atender el correo, los móviles, las personas que abordan presencialmente, el teléfono, etc”.
Primero, los entendidos aconsejan diferenciar entre generalistas y multitarea. “Los primeros suelen ver varios temas, pero de la misma área. Por ejmplo, se pueden hacer cargo en el área de Recursos Humanos de asuntos como: los sueldos, la selección. Los multitarea, en cambio, atienden varias áreas”, dice Otero.
También se hace énfasis en no confundir con el overload, que son aquellos que están sobrecargados de trabajo. Esto sin duda que provoca complicaciones en la salud física y emocional de los trabajadores, y que termina por agotarlos. “A veces este perfil facilita al segundo. Altos volúmenes de responsabilidad pueden ser bien gestionados en el corto plazo por un profesional multitarea, pero son matenidos y consolidados en el largo plazo a través de una estructura sólida que permita delegación”, dice Canevaro.
La posibilidad de que un profesional comience a realizar gestiones en la empresa, confiado de poseer las habilidades que no tiene, es más común de lo que se cree. “Nuestro cerebro no está preparado para procesar grandes cantidades de información en paralelo. En contextos de mucha saturación de información evidentemente se incrementan las alternativas de cometer errores”, opina Simón.
Incluso, para quienes realmente son multitarea pueden desencadenarse complicaciones. La persona puede perder el foco, especialización o calidad en sus resultados, o volverse demasiado ansiosa o impaciente. “Está el riesgo también que la empresa pierda ventaja competitiva frente a la competencia por tener profesionales que son menos especializados en una tarea. Claramente, este último punto depende también de la posibilidad, capacidad y voluntad de formar buenos profesionales más especializados bajo el perfil multitarea”, dice Canevaro.
Si bien existen personas más o menos secuenciales a la hora de procesar información que otras, las organizaciones cada día están dando espacio a profesionales con capacidades multitarea. Aunque los entendidos explican que todo es relativo de la persona y del rubro de la empresa, coinciden en que se debe tener cuidado con creer capacitados para gestionar diversas tareas a trabajadores que realmente no tienen habilidades para ello, y se termina sobrecargándolos. Es así como los entrevistados ponen el acento en que las empresas antes de todo deben tomar medidas, aun cuando las personas parecen adecuadamente adaptadas.

Fuente: América Economía
http://mba.americaeconomia.com/articulos/reportajes/tener-o-no-tener-un-profesional-multitarea

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